El plan detrás de la inversión: cómo NVIDIA y Nokia quieren transformar las redes en cerebros de inteligencia artificial

Durante años, Nokia fue vista como una marca nostálgica del pasado tecnológico. Sin embargo, la reciente inversión de 1.000 millones de dólares por parte de NVIDIA, con la que se hizo del 2,9% de la compañía finlandesa, ha cambiado esa percepción por completo. Detrás de esta operación no solo hay dinero: hay una visión estratégica para redefinir el futuro de las telecomunicaciones y la inteligencia artificial.
Más que antenas: el nacimiento de una red inteligente
El plan detrás de la inversión es ambicioso. NVIDIA y Nokia no están diseñando simplemente equipamiento de red 5G o 6G, sino que buscan redefinir lo que significa una antena de telefonía.
El objetivo es que cada estación base se convierta en un nodo de computación, capaz de ejecutar operaciones de IA en tiempo real. En palabras de Justin Hotard, CEO de Nokia, se trata de “un centro de datos de IA en el bolsillo de todos”.
Este enfoque cambiará la manera en que se procesan los datos: en lugar de enviar información a servidores lejanos, la inteligencia artificial se ejecutará cerca del usuario, reduciendo la latencia y haciendo posible una nueva generación de servicios inmediatos, desde traducciones en vivo hasta vehículos autónomos y realidad aumentada.
El papel de NVIDIA: chips y software para la nueva era

En esta alianza, NVIDIA aporta su ecosistema de chips y software especializado, optimizados para el procesamiento distribuido de IA.
Nokia, por su parte, reconfigura su infraestructura 5G y 6G para incorporar esta capacidad de cómputo directamente en sus estaciones base.
Las primeras pruebas comerciales de esta integración están programadas para 2027 con T-Mobile en Estados Unidos, marcando el inicio de un nuevo paradigma en telecomunicaciones: redes que no solo transportan datos, sino que piensan, analizan y actúan.
Impacto inmediato y reconfiguración del poder tecnológico
La reacción del mercado no se hizo esperar: las acciones de Nokia subieron un 21%, alcanzando niveles no vistos desde 2016.
El movimiento es percibido como una respuesta occidental al dominio tecnológico de China, especialmente en el desarrollo del 6G, donde empresas como Huawei llevan años de ventaja.
Con esta alianza, Nokia se consolida como el único proveedor europeo con capacidad para competir de tú a tú con las gigantes chinas, respaldada por el músculo de cómputo de NVIDIA.
Una nueva carrera tecnológica global
Mientras Europa y Estados Unidos buscan recuperar terreno en infraestructura avanzada, Jensen Huang, CEO de NVIDIA, ha sido claro:
“Queremos ayudar a Estados Unidos a traer de vuelta la tecnología de telecomunicaciones a América”.
La frase refleja un mensaje geopolítico: no se trata solo de velocidad o conectividad, sino de control estratégico.
Quien domine esta red de “cerebros distribuidos” tendrá el poder de controlar las aplicaciones de IA del futuro.
El futuro: redes que piensan

Según la consultora McKinsey, la inversión global en infraestructura de centros de datos superará los 1,7 billones de dólares hacia 2030, impulsada por la expansión de la inteligencia artificial.
Con esta alianza, NVIDIA y Nokia no solo quieren una porción del mercado, sino cambiar sus reglas: transformar las redes móviles de simples canales de datos a plataformas inteligentes de computación distribuida.
La pregunta ahora es si los operadores y gobiernos apostarán por actualizar sus redes para hacer posible esta visión.
Si lo hacen, la próxima revolución tecnológica podría venir no desde la nube… sino desde cada torre de telefonía.