Adiós a los cargadores: China crea batería que dura 50 años sin recarga
En un paso que podría redefinir el futuro del almacenamiento energético, China ha iniciado la producción masiva de baterías nucleares con una autonomía de hasta 50 años, sin necesidad de recarga. Este avance, liderado por la empresa china Betavolt, marca un antes y un después en la tecnología energética global.
Betavolt y su batería nuclear
Betavolt New Energy Technology es una empresa china fundada en abril de 2021 y con sede en Pekín. Se especializa en el desarrollo y producción de tecnologías energéticas avanzadas, incluyendo baterías nucleares, semiconductores de diamante de cuarta generación y nanotubos de carbono ultralargos.
Una batería nuclear, también conocida como batería betavoltaica, utiliza la desintegración de isótopos radiactivos para generar electricidad. En el caso de la batería china BV100, el elemento utilizado es níquel-63, que emite partículas beta. Estas partículas son convertidas en electricidad a través de semiconductores de diamante de cuarta generación. Esta innovación ha sido reconocida con premios a la innovación por parte de la China National Nuclear Corporation.
El nacimiento del proyecto
La idea de aprovechar la energía nuclear en miniatura no es nueva. Desde los años 70, la NASA ha utilizado generadores termoeléctricos radiactivos (RTG) para alimentar sondas espaciales. Sin embargo, su uso estaba limitado por el tamaño, la seguridad y los altos costos.
En 2024, la startup china Betavolt dio un salto al anunciar su intención de comercializar una versión segura, compacta y escalable de esta tecnología. Tras un año de desarrollo, en este año 2025 iniciaron la producción masiva del modelo BV100, una batería del tamaño de una moneda que puede alimentar dispositivos por cinco décadas.
Distribución y aplicaciones
Aunque aún no está disponible para consumidores comunes, la batería BV100 será distribuida inicialmente para aplicaciones especializadas como:
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Equipos médicos implantables (como marcapasos).
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Drones de largo alcance y sensores autónomos.
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Sistemas aeroespaciales y exploración submarina.
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Equipos de monitoreo remoto en minería y defensa.
¿Por qué se desarrolló esta tecnología?
Los desafíos energéticos actuales, como la dependencia de litio, la corta vida útil de las baterías convencionales, y la necesidad de fuentes de energía sostenibles en entornos extremos, impulsaron a los científicos chinos a desarrollar una alternativa con tres características clave:
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Larga duración sin recarga ni mantenimiento.
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Seguridad, ya que el níquel-63 se transforma en cobre no radiactivo al final de su vida útil.
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Sostenibilidad, al reducir la generación de residuos tóxicos comparado con las baterías de litio-ion.
Casos similares
Además de los RTG de la NASA, otras iniciativas destacables incluyen:
Año | Proyecto | Tecnología | Duración estimada |
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1977 | Sonda Voyager 1 (NASA) | RTG con plutonio-238 | +45 años |
2024 | Infinity Power (EE. UU.) | Batería betavoltaica de carbono | 28 años |
2025 | Betavolt BV100 (China) | Níquel-63 y diamante | 50 años |
¿El fin de las baterías convencionales?
Aunque la BV100 representa un hito, aún no sustituirá las baterías de litio en el corto plazo. Su costo, producción limitada y aplicaciones especializadas impiden una adopción masiva inmediata. Sin embargo, sí inaugura una nueva era de energía autónoma de larga duración, ideal para dispositivos donde cambiar la batería es inviable o riesgoso.
Batería nuclear vs batería de litio
Característica | Batería Nuclear BV100 | Batería de Litio Tradicional |
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Duración | Hasta 50 años | 2-5 años |
Recarga necesaria | No | Sí |
Aplicaciones | Especializadas | Masivas (móviles, laptops) |
Seguridad frente a explosiones | Alta | Media |
Impacto ambiental | Bajo (con tratamiento) | Alto (minería, reciclaje) |
El futuro ya comenzó
La producción masiva de la batería nuclear BV100 posiciona a China como pionera en un nuevo modelo energético. Si bien aún estamos lejos de tener celulares que funcionen medio siglo sin recarga, este avance ofrece una solución concreta a necesidades críticas en la ciencia, la medicina y la exploración.
En un mundo cada vez más hambriento de energía limpia y eficiente, la innovación betavoltaica puede ser una de las claves que definan las próximas décadas.