Microsoft investiga denuncias de uso de Azure por parte del Ejército israelí

Tecnología cloud como arma
- Reportes iniciales: Una investigación de The Guardian, en colaboración con +972 Magazine y Local Call, indicó que la inteligencia israelí habría guardado millones de llamadas por día en clusters dedicados de Azure en Europa.
- Reacción de Microsoft: La compañía anunció una revisión para validar o descartar esas acusaciones a la luz de nueva información. Medios latinoamericanos y agencias replicaron la noticia, destacando el carácter “urgente” del examen.
- Antecedente clave: En mayo de 2025, tras auditorías internas y externas, Microsoft dijo no haber hallado evidencia de que Azure o sus modelos de IA hubiesen sido usados para apuntar o dañar a personas en el conflicto; el nuevo reporte obliga a reexaminar conclusiones previas.
La postura oficial de Microsoft
Microsoft sostiene que sus términos de servicio prohíben la vigilancia masiva y el uso de productos para violaciones de derechos humanos. La empresa afirma que, de confirmarse incumplimientos por parte de clientes o integradores, actuará para cortar el uso indebido y cooperará con autoridades. En paralelo, activistas y empleados han incrementado la presión pública —incluidas protestas— pidiendo la ruptura de vínculos con entidades militares.
¿Qué se sabe hasta ahora?
Aún no hay veredicto de la revisión en curso. Las investigaciones periodísticas lo aseguran; Microsoft dice estar verificando.
Los reportes mencionan servidores en Europa con configuraciones “segregadas” para el cliente militar.
Entonces, Microsoft no encontró evidencia de uso para dañar personas; las nuevas filtraciones han motivado reabrir la revisión.
Riesgos legales y regulatorios
- Contratos y cumplimiento: Si un cliente violó términos, Microsoft podría invocar cláusulas de terminación y reforzar controles de due diligence y auditoría técnica.
- Derechos humanos y export controls: Una confirmación de uso en vigilancia masiva abriría preguntas sobre debida diligencia en DD.HH. y posibles guidelines más estrictos para proyectos con actores estatales en contextos de conflicto, algo ya debatido en Holanda tras protestas en un data center.
- Reputación y gobernanza: El caso puede impulsar transparencia proactiva sobre clientes sensibles, mecanismos de kill switch y trazabilidad reforzada del uso de la nube.
Implicaciones para la industria tecnológica
Más allá de Microsoft, el episodio subraya una tendencia: los hiperescaladores (grandes nubes públicas) están siendo intermediarios críticos en conflictos y tareas de seguridad. Eso los expone a riesgo ético y a expectativas de vigilancia interna: ¿quién controla cómo se usa la nube? El sector podría ver estándares comunes de debida diligencia, auditorías de clientes de alto riesgo y nuevas cláusulas de derechos humanos en contratos gubernamentales.
Qué viene a continuación
- Resultados de la auditoría (metodología, independencia, acceso a logs y contratos).
- Medidas correctivas (suspensión de cuentas, cambios en políticas de onboarding de clientes de alto riesgo).
- Reacción regulatoria en EE.UU. y la UE sobre cloud compliance en contextos bélicos.
Microsoft debe actuar ya
El caso Azure–Israel pone a prueba la promesa de la nube responsable. Si la investigación ratifica abusos, Microsoft deberá endurecer controles y fijar precedentes para todo el sector. Si los desmiente, tendrá que probarlo con evidencia sólida y explicar cómo blindará su plataforma ante usos incompatibles con derechos humanos. En ambos escenarios, el estándar de transparencia y debida diligencia en la nube subirá varios escalones.